¿Cómo proteger a la naturaleza?

La naturaleza debe ser conservada y protegida

Más de 13 mil hectáreas de superficie forestal han quedado calcinadas entre el 1 de enero y el 31 de marzo de este año. Un primer trimestre que ha quedado para el recuerdo como el tercero con mayor superficie arbolada incendiada, sólo por detrás de los de 2012 y 2019. A nivel mundial en poco más de 20 años, una sola especie de insecto ha destruido más de 240 millones de metros cúbicos de madera. 

Los incendios, las enfermedades y las plagas son algunos de los problemas a los que se tienen que enfrentar los montes y a los que se hace frente mediante los tratamientos selvícolas.

Para regenerar, hay que cortar

A pesar de que tendemos a asociar la corta de madera con un daño al medioambiente, la realidad es que es un trabajo necesario para su correcto desarrollo. En España, aparecen con frecuencia masas de árboles cuya espesura es excesiva. Esto provoca que la vegetación no tenga un buen estado fitosanitario para crecer, que aumenten las plagas de insectos y que se favorezcan los incendios. Los tratamientos selvícolas son actuaciones que tratan de mejorar las condiciones de los bosques para evitar estos riesgos y lograr un mantenimiento efectivo que además favorezca el desarrollo medioambiental y asegure su estabilidad biológica. Un trabajo estudiado, ordenado, meticuloso y responsable. 

Una actividad de perdidas que se hace rentable

El tratamiento de los montes es una responsabilidad que asume la administración pública, bien sea para los montes que de por sí ya pertenecen al estado o bien si son privados favoreciendo su cuidado mediante la convocatoria de subvenciones. Tradicionalmente, esta ha sido una actividad deficitaria que lejos de aportar algún beneficio económico sólo ha concurrido en gastos para las arcas públicas. Por ello, como necesidad, nace el concepto de los aprovechamientos forestales.

El aprovechamiento como herramienta de mejora

Silvicultura

Los aprovechamientos forestales son la conjunción entre el ámbito público y el privado, la forma en la que se convierte una actividad deficitaria en una actividad productiva y rentable. De este modo, de los tratamientos necesarios para los bosques se obtiene madera para la industria: se dejan de considerar residuo los árboles cortados para mejorar el estado del monte y pasan a convertirse en materia prima. Todo ello no solo implica este cambio, si no que contribuye a desarrollar nuevas industrias, puestos de trabajo y a favorecer el entorno rural. En definitiva, el tratamiento selvícola y los aprovechamientos forestales son prácticas necesarias de futuro enmarcadas dentro de un modelo sostenible de gestión forestal.